Este es el coche que me han asignado, es un Toyota no se que. La verdad es que sin un vehículo, en una ciudad tan grande y caótica, es un poco complicado moverse.
martes, 31 de julio de 2007
lunes, 30 de julio de 2007
El Dispatch
Si la unidad donde trabajas no tiene un coche que te pueda asignar, la única forma recomendada para moverte por la ciudad, a parte de a pie, es coger "El dispatch".
La MONUC tiene numerosos edificios, sedes, campamentos militares, etc. todos ellos diseminados por los cuatro costados de la ciudad de Kinshasa. Ir de uno a otro puede llegar a ser una odisea si tienes que depender de lo que se podría llamar "transporte publico", además la ONU te recomienda encarecidamente que no lo utilices ya que puede ser peligroso dependiendo de la hora y la zona donde lo cojas.
El sistema ideado por la MONUC es caro y lento, pero es sencillo y sobretodo, funciona, que al fin y al cabo es lo que importa en estos casos. La misión ha comprado un número ingente de jeeps, minibuses y autobuses para desplazar a los trabajadores. Los autobuses tienen una capacidad de unas 20 personas y siguen una ruta ya establecida, con paradas diseñadas. Suelen salir a las y media y las en punto desde el Cuartel General (HQ por sus siglas en ingles) y el Congo Batiment (donde yo trabajo) y tardan en realizar el recorrido un poco menos de media hora, aunque todo depende del tráfico u otros imprevistos.
En los minibuses (en realidad son furgonetas) caben unas ocho personas y hacen un servicio más personalizado. Lo normal, después del trabajo, es que la gente que vive en un mismo barrio o zona se junte para que los minibuses los lleven a casa. Se suele hacer el recorrido en función de donde viva cada uno y, si te toca ser el último, puedes estar fácilmente más de una hora metido en el transporte.
Los jeeps se utilizan sobre todo para los fines de semana y los servicios puntuales. En cualquier momento, a cualquier hora del día o la noche, puedes llamar por teléfono al dispatch y decir que te recojan en tal sitio para ir a tal otro. Lo malo es que dependiendo de la demanda y disponibilidad de transporte se pueden demorar media hora, dos horas ... eso sí, siempre llegan.
La MONUC tiene numerosos edificios, sedes, campamentos militares, etc. todos ellos diseminados por los cuatro costados de la ciudad de Kinshasa. Ir de uno a otro puede llegar a ser una odisea si tienes que depender de lo que se podría llamar "transporte publico", además la ONU te recomienda encarecidamente que no lo utilices ya que puede ser peligroso dependiendo de la hora y la zona donde lo cojas.
El sistema ideado por la MONUC es caro y lento, pero es sencillo y sobretodo, funciona, que al fin y al cabo es lo que importa en estos casos. La misión ha comprado un número ingente de jeeps, minibuses y autobuses para desplazar a los trabajadores. Los autobuses tienen una capacidad de unas 20 personas y siguen una ruta ya establecida, con paradas diseñadas. Suelen salir a las y media y las en punto desde el Cuartel General (HQ por sus siglas en ingles) y el Congo Batiment (donde yo trabajo) y tardan en realizar el recorrido un poco menos de media hora, aunque todo depende del tráfico u otros imprevistos.
En los minibuses (en realidad son furgonetas) caben unas ocho personas y hacen un servicio más personalizado. Lo normal, después del trabajo, es que la gente que vive en un mismo barrio o zona se junte para que los minibuses los lleven a casa. Se suele hacer el recorrido en función de donde viva cada uno y, si te toca ser el último, puedes estar fácilmente más de una hora metido en el transporte.
Los jeeps se utilizan sobre todo para los fines de semana y los servicios puntuales. En cualquier momento, a cualquier hora del día o la noche, puedes llamar por teléfono al dispatch y decir que te recojan en tal sitio para ir a tal otro. Lo malo es que dependiendo de la demanda y disponibilidad de transporte se pueden demorar media hora, dos horas ... eso sí, siempre llegan.
sábado, 28 de julio de 2007
La Guardia del Presidente
El pasado domingo tenía ganas de andar así que les propuse al chico suizo (de ahora en adelante llamemoslo Philipp, que además coincide que es su nombre) y a otro chaval con el que estamos hospedados que nos fuésemos a dar una vuelta por el monte que hay cerca de la casa. Deo, el congoleño, llamó a otro amigo suyo que conoce la zona y nos fuimos los cuatro atravesando las calles empinadas que dan acceso al barrio de NGoliema. Según fuimos subiendo nos fueron comentando que allá arriba se encontraba el palacio del antiguo presidente Laurent-Désiré Kabila, padre del actual presidente, que fue asesinado en enero de 2001 tras un intento de golpe de estado. Nos contaron que ahora sólo estaba ocupado por su viuda, pero que aun así todavía había mucha protección en los alrededores. Cuando pasamos andando al lado del recinto del Palais de Marbre (Palacio de mármol) nuestros amigos nos dijeron que no hiciésemos ningún movimiento brusco ni mirásemos directamente las instalaciones. A mi me pareció todo bastante exagerado pero, ya que ya sabía de la suspicacia y el miedo de las autoridades antes las situaciones anormales, les hicimos caso. Al doblar una esquina de la carretera nos topamos con cuatro militares sentados a la sombra al lado de una puerta. Yo, tratando de actuar de la forma más natural, ni los miré, seguí andando como si fuéramos simples turistas (que al fin y al cabo lo éramos) y pasé delante de ellos. Lo malo es que para ellos la tentación es demasiado grande. Evidentemente, nos pararon, nos empezaron a preguntar pero yo no entendía nada. El militar no hablaba francés, solo swahili, que es el idioma oficial de la parte este del país, lo cual no tenía mucho sentido estando la capital en el oeste, donde solo se habla lingala. Afortunadamente uno de los chicos con los que íbamos era de Lubumbashi y el otro de Bukavu, ambos del este y con lengua materna swahili. Nos fueron traduciendo las preguntas que nos hacía el militar: que hacéis andando por esta parte de la ciudad?, no sabéis que es una zona de alta protección y sensible de la ciudad? Nuestros amigos le fueron respondiendo la verdad, que estábamos por allí dando un paseo, que trabájabamos en la MONUC y que nos iríamos inmediatamente. Mientras, yo le enseñaba la sonrisa más estúpida de mi repertorio y mi cara de blanco que no se entera de nada. El militar fue pronto variando su discurso, le importaba un pito lo que hiciésemos por allí, lo que el quería era pasta. Después de tratar de renegar, diciéndole desde nuestra mentalidad europea que aquello era una corruptela total (pues claro!!!!! debía estar diciendo el), nuestros acompañantes nos aconsejaron darles un par de dolares. Al fin se los dimos y nos dejaron marchar entre risas y supongo que diciendo: vuelva usted mañana. Seguimos ruta y descansamos en un bar cutre, nos tomamos unas cervezas y tras un rato de charla decidimos emprender camino de nuevo ya que iba a empezar a anochecer. Dimos la vuelta por el otro lado del palacio para bajar a nuestro barrio. Otra vez pasamos por delante de otra patrulla que, como la anterior, tenia el porte igualito que la guardia del palacio de Buckingham. Pareció que no les habíamos interesado mucho, pasamos delante de ellos, no nos dijeron nada y, aprovechando que doblamos una esquina y no nos veían, hice unas fotos de la ciudad. De pronto, detrás mio, un militar me empieza a hablar. Redios, la hemos cagado!! Por que haces fotos?, está prohibido. En fin, la misma secuencia que antes: Traducción simultanea swahili-francés, francés-swahili. Por favor, dinero para un bote de azúcar, bueno, pensándolo mejor, dame un poco más y me compro una cerveza. Se le pagó religiosamente, de la foto se olvidó y nos fuimos para casa.
La verdad es que lo de las mordidas se entiende perfectamente y es muy lógico. Esta gente gana 15 dólares al mes, y si ven a un blanco ... bueno, la misma palabra lo dice. Supongo que hay que asumirlo, pero a mi me da mucha rabia, no por mi, sino por los millones de personas que en este país tratan de sobrevivir con menos de un dólar al día y no tienen un uniforme y un subfusil para pedir dinero.
Que todos los guardias hablen swahili se entiende también. El presidente Kabila es del este del país y se trae a su propia gente para su protección. Aquí en Kinshasa Kabila no tiene muchos adeptos. Cuestión de etnia. Es una pena también.
La verdad es que lo de las mordidas se entiende perfectamente y es muy lógico. Esta gente gana 15 dólares al mes, y si ven a un blanco ... bueno, la misma palabra lo dice. Supongo que hay que asumirlo, pero a mi me da mucha rabia, no por mi, sino por los millones de personas que en este país tratan de sobrevivir con menos de un dólar al día y no tienen un uniforme y un subfusil para pedir dinero.
Que todos los guardias hablen swahili se entiende también. El presidente Kabila es del este del país y se trae a su propia gente para su protección. Aquí en Kinshasa Kabila no tiene muchos adeptos. Cuestión de etnia. Es una pena también.
miércoles, 25 de julio de 2007
Niveles de alerta
La MONUC tiene establecido un protocolo de actuación en el caso de que se produzca cualquier cambio en las condiciones de seguridad. Entre otras cosas, establece un nivel de amenaza o de alerta para cada una de las localidades donde trabaja personal de la ONU. Este nivel se actualiza conforme a la situación imperante en ese momento, pero tiene fallos, según nos han comentado en las clases de seguridad que nos han dado. El principal problema es que, debido a toda la burocracia que rige en la ONU, los cambios en los niveles se producen muy lentamente. La razón primera es que subir o bajar un nivel tiene grandes implicaciones económicas ya que se debe pagar a todo el personal según la peligrosidad del momento y, creedme, es mucha pasta.
Se han establecido cinco niveles o rangos dentro de la escala de peligrosidad. Desde los problemas que hubo entre los partidarios del presidente Kabila y su oponente Bemba en marzo pasado se ha mantenido el nivel en tres. Lo curioso es que antes estaba en dos y, como todo cambio se tiene que mandar a Nueva York para que sea autorizado y luego volver por los cauces adecuados hasta Kinshasa, cuando se pudo finalmente subir un nivel, los problemas políticos habían terminado.
Os mando una foto del rudimentario indicador que hay en el Cuartel General. Se entiende que, debido al nivel tres, en esta misión de las Naciones unidas no te dejan traer a tu familia. En realidad está permitido, pero asumiendo tú el riesgo y bajo tu responsabilidad.
Se han establecido cinco niveles o rangos dentro de la escala de peligrosidad. Desde los problemas que hubo entre los partidarios del presidente Kabila y su oponente Bemba en marzo pasado se ha mantenido el nivel en tres. Lo curioso es que antes estaba en dos y, como todo cambio se tiene que mandar a Nueva York para que sea autorizado y luego volver por los cauces adecuados hasta Kinshasa, cuando se pudo finalmente subir un nivel, los problemas políticos habían terminado.
Os mando una foto del rudimentario indicador que hay en el Cuartel General. Se entiende que, debido al nivel tres, en esta misión de las Naciones unidas no te dejan traer a tu familia. En realidad está permitido, pero asumiendo tú el riesgo y bajo tu responsabilidad.
lunes, 23 de julio de 2007
Mochila recuperada
El pasado sábado, después de cinco días, he recuperado la mochila perdida. Menos mal, porque si me tengo que poner a comprar toda la ropa que llevaba dentro me habría resultado imposible, ya sea porque aquí no se encuentran todas las cosas o por el dinero que me tendría que haber gastado. Aunque no os lo creáis, Kinshasa es muy caro. De todas formas lo divertido ha sido el proceso de búsqueda y hallazgo. Después de hacer la reclamación al día siguiente de llegar, tuve que ir al aeropuerto el jueves y esperar a que aterrizara el siguiente vuelo de la misma compañía (Brussels airlines) con la esperanza de que llegase mi maleta en ese nuevo vuelo. Craso error, después de volver a pelearme con los pasajeros del vuelo nos dimos cuenta que había hecho el viaje en balde.
Así las cosas, no cabía mas opción que ir a la sede de la compañía en el centro de la ciudad para verificar si tenían algún rastro de mi maleta o si incluso estaba en los almacenes allí mismo. Desgraciadamente no pude hacer estas gestiones hasta el sábado por la mañana, cogí un taxi-brousse atestado de gente cerca de donde estoy alojado y me baje en el centro de la ciudad. Cuando llegué a las oficinas de la aerolínea no estaba el responsable de objetos perdidos así que me toco esperar, afortunadamente solo un cuarto de hora. Nos dirigió a mi y a otros pasajeros hacia un "almacén" donde guardan maletas no reclamadas. Evidentemente la mía no estaba allí (como iba a estar). Buscando en la base de datos del ordenador me dijo que, efectivamente, habían encontrado mi maleta, pero que había volado con otra compañía al día siguiente de mi vuelo y que debía ir a sus oficinas para poder recuperarla. Me dirigí hacia allí andando ya que no estaba lejos y en Hewa Bora, que así se llama la aerolínea, me indicaron que debía a sus almacenes a partir de las tres de la tarde para recogerla. Como no me fiaba de nada me fui hasta el cuartel general de la ONU para que me llevaran en coche hasta allí y poder verificarlo personalmente. La persona que estaba al cargo del almacén me dijo que todas las maletas de las personas que viajan en esa compañía durante la semana reciben sus maletas el sábado por la tarde gracias a que un camión las trae del aeropuerto. Me dio un numero de orden para que volviese a las cuatro y media de la tarde y esperar riguroso turno, de uno en uno, para buscar la mochila entre todo el equipaje de la gente (vaya locura). Cuando volví había una cantidad de gente inmensa, cada una con un numero. Pensé que la operación iba a ser medianamente civilizada, pero no. Una vez que nos dijeron que las maletas estaban esparcidas en una explanada detrás de un hangar, la gente empezó a arremolinarse en la puerta que daba acceso a ese lugar. Yo y alguna gente mas pensábamos (inocentemente) que el numero servía para algo, pero no. Como si de El Rocío se tratase, todos empezaron a empujar, gritar, hacer aspavientos y los mas intrépidos (y también intrépidas) comenzaron a saltar la valla para ir los primeros a la búsqueda. Aquello fue imparable, los empleados de la compañía no sabían que hacer, y todos empezamos a saltar y correr hacia la explanada. Tras unos cuantos codazos y pisotones de maletas, vi mi mochila a un lado, la cogí lleno de alegría y me fui, dejando a la gente atrás peleándose por sus maletas.
Nos tomamos una cerveza mientras venía otra vez un coche a recogerme y pudimos ver a la gente que salía, toda alegre, sonriente, sudorosa y magullada, pero con sus maletas.
Así las cosas, no cabía mas opción que ir a la sede de la compañía en el centro de la ciudad para verificar si tenían algún rastro de mi maleta o si incluso estaba en los almacenes allí mismo. Desgraciadamente no pude hacer estas gestiones hasta el sábado por la mañana, cogí un taxi-brousse atestado de gente cerca de donde estoy alojado y me baje en el centro de la ciudad. Cuando llegué a las oficinas de la aerolínea no estaba el responsable de objetos perdidos así que me toco esperar, afortunadamente solo un cuarto de hora. Nos dirigió a mi y a otros pasajeros hacia un "almacén" donde guardan maletas no reclamadas. Evidentemente la mía no estaba allí (como iba a estar). Buscando en la base de datos del ordenador me dijo que, efectivamente, habían encontrado mi maleta, pero que había volado con otra compañía al día siguiente de mi vuelo y que debía ir a sus oficinas para poder recuperarla. Me dirigí hacia allí andando ya que no estaba lejos y en Hewa Bora, que así se llama la aerolínea, me indicaron que debía a sus almacenes a partir de las tres de la tarde para recogerla. Como no me fiaba de nada me fui hasta el cuartel general de la ONU para que me llevaran en coche hasta allí y poder verificarlo personalmente. La persona que estaba al cargo del almacén me dijo que todas las maletas de las personas que viajan en esa compañía durante la semana reciben sus maletas el sábado por la tarde gracias a que un camión las trae del aeropuerto. Me dio un numero de orden para que volviese a las cuatro y media de la tarde y esperar riguroso turno, de uno en uno, para buscar la mochila entre todo el equipaje de la gente (vaya locura). Cuando volví había una cantidad de gente inmensa, cada una con un numero. Pensé que la operación iba a ser medianamente civilizada, pero no. Una vez que nos dijeron que las maletas estaban esparcidas en una explanada detrás de un hangar, la gente empezó a arremolinarse en la puerta que daba acceso a ese lugar. Yo y alguna gente mas pensábamos (inocentemente) que el numero servía para algo, pero no. Como si de El Rocío se tratase, todos empezaron a empujar, gritar, hacer aspavientos y los mas intrépidos (y también intrépidas) comenzaron a saltar la valla para ir los primeros a la búsqueda. Aquello fue imparable, los empleados de la compañía no sabían que hacer, y todos empezamos a saltar y correr hacia la explanada. Tras unos cuantos codazos y pisotones de maletas, vi mi mochila a un lado, la cogí lleno de alegría y me fui, dejando a la gente atrás peleándose por sus maletas.
Nos tomamos una cerveza mientras venía otra vez un coche a recogerme y pudimos ver a la gente que salía, toda alegre, sonriente, sudorosa y magullada, pero con sus maletas.
domingo, 22 de julio de 2007
El Boulevard
Esta foto la tomé ayer desde un vehiculo de la MONUC. Aqui todavia hay bastantes problemas para sacar fotos, ya que siguen creyendo que hay espias por todas partes. La foto muestra la parte de la avenida mas importante de Kinshasa, llamada Boulevard du 30 juin, o simplemente Boulevard. Su nombre proviene del dia de la independencia del Congo.
El que aparece en el cartel es Joseph Kabila, el actual presidente del pais.
El que aparece en el cartel es Joseph Kabila, el actual presidente del pais.
Primeras impresiones
Me he estado alojando en un hotel del que lo mejor que se puede decir es que es sencillo y limpio. Como hay mucha gente de la ONU que va y viene, siempre se utilizan los mismos hoteles "seguros" y por lo tanto, caros. Para esta noche espero estar durmiendo en una casa que vamos a ir a ver ahora. Me quedare en kinshasa un semana mas para terminar de hacer todo el papeleo y recibir algunos cursos de administracion, seguridad y otros tecnicos.
La primera impresion del pais es que es un caos total. Pocas calles asfaltadas, gente vendiendo cualquier cosa por la calle, musica, coches, etc. Supongo que es como otra gran ciudad del tercer mundo. Hay un barrio administrativo y residencial para clase media-alta y alta que se llama Gombe. Aqui se encuentran las oficinas, ministerios, la ONU y las embajadas. En cuanto a la MONUC hay que decir que es una fuente de ingresos e inversiones impresionante para este pais. Se maneja un presupuesto bestial y desde luego no estoy seguro de que no se despilfarre. Aqui al llegar hay que hacer un monton de papeleo y burocracia y todo va al ritmo africano. Las cosas se hacen lentamente pero al final, uno no sabe como, terminan funcionando. Hoy acabo de sacarme el carnet de conducir de la ONU. Aqui hay un monton de jeeps (toyota), minibuses, camiones, tanques (a mi solo me dejan conducir todoterrenos y minibuses, vaya yo queria un tanque tambien).
Antes de ayer me fui con el suizo que vino conmigo en el mismo avion que yo a cenar y tomar unas cervecillas en una terraza de una de las calles principales. Habia un grupo de extranjeros encaminandose hacia alli asi que decidimos seguirlos. Nada mas meternos en la terraza nos dimos cuenta cual era la situacion: el 80% de la gente era negra, la mayor parte hombres de clase alta ostentando un monton, pidiendo vino de importacion y tratando de llamar la atencion; el resto era chicas guapisimas, con unos cuerpazos impresionantes, algunas jovencisimas (demasiado jovenes), y todas buscando un rico o un blanco.
Como aqui las cervezas son de 3/4 de litro, duran mas, asi que nos quedamos un buen rato alucinando y haciendo un estudio sociologico de toda la gente. Lo malo es que si haces el mas minimo contacto visual estate preparado. Si, efectivamente, vinieron al ataque. Las repeli inmediatamente. la verdad es que la situacion era triste.
Ayer por la noche en cambio, ya tuve mi primer encontronazo con la policia. Era de noche y nos vinieron tres muy seguros de si mismos diciendo que estabamos cometiendo una infraccion por no ir con el pasaporte (hay una razon, y es que lo tienen los de la MONUC para el tema del visado). Se lo explique y el tio erre que erre. Me pedia dinero y por ahi no paso (alguno sabe como soy de borde en estos casos). Me amenazo con ir a la comisaria y le dije que encantado, que ibamos a explicar toda la situacion. Se echo para atras inmediatamente y me empezo a decir que eramos amigos (si, de toda la vida), que si tenia algo de dinero para una bebida. Ni de conha.
La primera impresion del pais es que es un caos total. Pocas calles asfaltadas, gente vendiendo cualquier cosa por la calle, musica, coches, etc. Supongo que es como otra gran ciudad del tercer mundo. Hay un barrio administrativo y residencial para clase media-alta y alta que se llama Gombe. Aqui se encuentran las oficinas, ministerios, la ONU y las embajadas. En cuanto a la MONUC hay que decir que es una fuente de ingresos e inversiones impresionante para este pais. Se maneja un presupuesto bestial y desde luego no estoy seguro de que no se despilfarre. Aqui al llegar hay que hacer un monton de papeleo y burocracia y todo va al ritmo africano. Las cosas se hacen lentamente pero al final, uno no sabe como, terminan funcionando. Hoy acabo de sacarme el carnet de conducir de la ONU. Aqui hay un monton de jeeps (toyota), minibuses, camiones, tanques (a mi solo me dejan conducir todoterrenos y minibuses, vaya yo queria un tanque tambien).
Antes de ayer me fui con el suizo que vino conmigo en el mismo avion que yo a cenar y tomar unas cervecillas en una terraza de una de las calles principales. Habia un grupo de extranjeros encaminandose hacia alli asi que decidimos seguirlos. Nada mas meternos en la terraza nos dimos cuenta cual era la situacion: el 80% de la gente era negra, la mayor parte hombres de clase alta ostentando un monton, pidiendo vino de importacion y tratando de llamar la atencion; el resto era chicas guapisimas, con unos cuerpazos impresionantes, algunas jovencisimas (demasiado jovenes), y todas buscando un rico o un blanco.
Como aqui las cervezas son de 3/4 de litro, duran mas, asi que nos quedamos un buen rato alucinando y haciendo un estudio sociologico de toda la gente. Lo malo es que si haces el mas minimo contacto visual estate preparado. Si, efectivamente, vinieron al ataque. Las repeli inmediatamente. la verdad es que la situacion era triste.
Ayer por la noche en cambio, ya tuve mi primer encontronazo con la policia. Era de noche y nos vinieron tres muy seguros de si mismos diciendo que estabamos cometiendo una infraccion por no ir con el pasaporte (hay una razon, y es que lo tienen los de la MONUC para el tema del visado). Se lo explique y el tio erre que erre. Me pedia dinero y por ahi no paso (alguno sabe como soy de borde en estos casos). Me amenazo con ir a la comisaria y le dije que encantado, que ibamos a explicar toda la situacion. Se echo para atras inmediatamente y me empezo a decir que eramos amigos (si, de toda la vida), que si tenia algo de dinero para una bebida. Ni de conha.
Llegada a Kinshasa
Despues de dormir muy poquito la noche del domingo, mi padre me vino a buscar a las 4 de la manhana a Madrid para despues ir directamente al aeropuerto. El vuelo fue simplemente normal, largo y aburrido. El trayecto era Madrid-Bruselas-Douala-Kinshasa a donde llegamos a las nueve de la noche local (una hora mas en la peninsula), con un poco de retraso.
La llegada al aeropuerto fue tremenda. Nada mas bajar del avion te rodea un aire cargado, lleno de humedad y casi sofocante de tanto calor. Nos dirigieron a pasar la frontera. Yo llevaba el pasaporte y la carta de la MONUC diciendo que estaba exento de visado, me puse en la cola VIP (hay que empezar a creerselo) y no tarde mucho en hacer la cola y los sellos. Despues nos fuimos a la cinta de salida de las maletas y eso ya si que fue la locura total. La sala estaba abarrotada de gente que no tenia nada que ver con el avion y yo sudando como un pollo, peleandome por un hueco de cinta para recoger las maletas. Un funcionario de la MONUC me esperaba alli para ayudarme con la administracion y el equipaje. La bienvenida no pudo ser mejor: me perdieron una de las maletas.
La llegada al aeropuerto fue tremenda. Nada mas bajar del avion te rodea un aire cargado, lleno de humedad y casi sofocante de tanto calor. Nos dirigieron a pasar la frontera. Yo llevaba el pasaporte y la carta de la MONUC diciendo que estaba exento de visado, me puse en la cola VIP (hay que empezar a creerselo) y no tarde mucho en hacer la cola y los sellos. Despues nos fuimos a la cinta de salida de las maletas y eso ya si que fue la locura total. La sala estaba abarrotada de gente que no tenia nada que ver con el avion y yo sudando como un pollo, peleandome por un hueco de cinta para recoger las maletas. Un funcionario de la MONUC me esperaba alli para ayudarme con la administracion y el equipaje. La bienvenida no pudo ser mejor: me perdieron una de las maletas.
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