El edificio no tiene nada, no es como otras embajadas de otros países que tienen una casa enorme con jardín. Esta está situada en el Boulevard, casi en el centro de Kinshasa y sólo ocupa el cuarto piso de un edificio de siete plantas en el que hay un banco, oficinas y la embajada de Grecia.
Después de tomarnos los datos, rellenar una ficha, fotocopiar el pasaporte y entregar una fotografía salimos dando las gracias al amable policía español que tiene que estar allí de guardia por un periodo de varios meses. Cuando bajamos a la calle me fijé más detenidamente en el edificio en el que ví que había un agujero bastante grande en el lateral.
Preguntando a Diana me dijo que era de la "miniguerra" que se libró en Kinshasa en marzo pasado entre los partidarios de Kabila y Bemba, ya que el ejercito de este último debía entregar las armas después de haber perdido las elecciones del año pasado.
Al parecer un cohete impactó en la pared del edificio, entró por el lateral y dió de lleno en el vestíbulo de la embajada. Allí siguen las secuelas, testimonio de la inestabilidad de hace unos meses.
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