Aquí va la tercera entrada sobre Bunia para cerrar el círculo: la noche.
La MONUC tiene en el centro de la ciudad unas instalaciones que pueden utilizar todos los trabajadores de la ONU y miembros de ONG que estén expatriados en el Congo. El resultado es que este sitio se convierte en el centro social de Bunia, para la gente que está viviendo por allí. El efecto colateral, desde mi punto de vista, es la creación de un gueto y la separación casi total con la realidad de la ciudad y sus gentes.
Lo bueno que tiene es que es un lugar tranquilo donde puedes hacer deporte (fútbol, baloncesto, tenis, pesas ...), ir a cenar algo (el restaurante lo lleva un griego), tomarte una cerveza, ver una película, etc.
El caso es que el viernes por la noche se celebró una fiesta en la Maison de la MONUC a la que acudió, como de costumbre, un montón de gente: trabajadores de ONG (muchos italianos y franceses) y sobre todo, uruguayos, por todas partes uruguayos, que se apuntan a todas.
Al día siguiente fuimos a otra fiesta. Esta vez organizada por unas chicas de una ONG italiana (Chesvi). Allí nos reunimos un montón de mundeles.
En esta foto, el que está bailando tan metido en el papel es Jordi un amiguete de Kinshasa y con quien está viviendo Robert.
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