jueves, 6 de septiembre de 2007

Nuestro vecino de apartamento

El sábado por la tarde hice la mudanza al nuevo apartamento. Cuando llegamos con las mochilas, en los coches de la MONUC, había un blanco sentado en el patio de la casa, tomando cervezas e intentando hacerse entender con los guardas de la finca. En cuanto nos vió llegar se le iluminó la cara. Nos contó que era de Georgia (la del Caucaso), que trabajaba para PX, que es un supermercado autónomo sólo para gente de la MONUC, que antes había estado viviendo en Sierra Leona trabajando en la misma empresa y que allí era donde había aprendido lo justo de inglés para hacerse entender (de francés no sabía nada de nada, así que a los guardas les hablaba en su inglés, con lo que os podéis imaginar que conversación de besugos)



En el rato en que estuvimos con él, no paró de beber cervezas, de hablar de su familia, de decir una cuantas tonterías y de tratar con una pizca de desprecio a los trabajadores de la finca. Nos comentó que no salía, que iba del trabajo a casa y de casa al trabajo, que los fines de semana se quedaba allí sentado tomando cervezas y que menos mal que habíamos llegado nosotros para así beber todos jutos (en el rato que estuvimos hablando con él nos invitó compulsivamente a unas cuantas cervezas)

La verdad es que me dió un poco de pena. Pero no es el único, hay bastante gente sola, echando de menos la familia en su país de origen y que llevan trabajando bastantes años dando tumbos de un lado para otro.

No hay comentarios: