Hay veces que no se entienden muchas cosas de las que se hacen dentro de MONUC. Una de ellas, por descontado, es la cantidad de burocracia, papeles e impresos a rellenar por todo el mundo. Otra es la rigidez de la estructura y el miedo de algunos jefes a tomar decisiones. Por último, la que he sufrido esta semana es la rareza de las rutas aéreas de los aviones de la ONU para llegar a otra ciudad.
Fijaos en el siguiente mapa. Me recogieron a las cinco y media de la mañana del lunes para dejarme en el HQ, allí nos reunieron a todos los que volábamos ese día y nos llevaron en un autobús hasta el aeropuerto (terminal MONUC). Allí procedimos a facturar el equipaje y a eso de las ocho salimos en dirección a Kisangani, descendió y embarcó gente y continuamos ruta a Entebbe (Uganda), luego Bukavu y finalmente helicóptero ruso (¡¡¡que miedo que parece que no despega!!!) sobrevolando el lago Kivu hasta Goma. Una paliza pero la verdad es que impresionante. La vuelta la hice a través de Kindu con una parada de cuatro horas en kisangani.
¿Por qué cuatro horas de espera? Os lo explico: cuando llegamos a Kisangani vimos nuestro avión en pista con lo que estábamos muy alegres por no haber perdido la conexión. Ilusos. Cuando aterrizamos nos enteramos de que, efectivamente, ese era nuestro avión pero primero debía ir a Entebbe y luego volver para recogernos. ¡¡¡Ahh, los mato!!!
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1 comentario:
Hola Diego.
¡Que bien volver a tener noticias tuyas! La verdad es que se ha echado de menos esa lectura diaria a tu blog.
Esto se pone cada vez más interesante. No te agobies mucho, parece que la cuestión del tiempo allí es un poco relativa.
De todas formas ¡has viajado en helicóptero! ¡Que suerte y que emoción!
Sigue escribiendo y cuidaté.
¡Salud y sonrisas!
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