martes, 11 de noviembre de 2008

Zambia también vota

Las reacciones ante la victoria de Barack Obama en las elecciones presidenciales de EE.UU. han debido ser enormes en los países desarrollados a juzgar por la cobertura mediática que se le ha dado a todo el proceso electoral. Pero por aquí, un poco más al sur, las prioridades de la gente, a pesar de las expectativas poco realistas de los gobiernos africanos ante un cambio de política de EE.UU. hacia este continente (ver este enlace) ahora que el nuevo presidente tiene ascendencia africana, son sobrevivir y conseguir llegar no a fin de mes sino al final de la jornada.



De todas formas las elecciones también tienen lugar en otras partes del mundo, no sólo en América. En Zambia todo el mundo estaba como loco ante las presidenciales que se celebraron el 30 de octubre pasado debido a la prematura muerte en medio de la legislatura de su presidente, Levy Mwanawasa, en agosto pasado. A mí me tocó vivir el final de la campaña electoral de camino hacia Botswana y la resaca de la misma después de los resultados a la vuelta de Zimbabue.



En liza había principalmente dos candidatos: Rupiah Banda, el antiguo vicepresidente y Michael Sata, el candidato del partido mayoritario de la oposición. A estos se sumaba un tercero, Hichilema Hakainde que, joven y rico, se presentaba como la alternativa del cambio y la ruptura con los partidos tradicionales a pesar de que sólo contaba con base electoral en el sur del país.



Banda se presentaba como el continuador de la política del antiguo presidente, visto por todo el mundo, tanto seguidores de un candidato como de otro, como un buen político. Los detractores de Banda decían que no debía ganar por la gestión del presidente fallecido ya que el no había hecho nada para merecerlo, simplemente ser su vicepresidente.





Me hacía mucha gracia preguntar a la gente, sobre todo jóvenes que incluso no podían votar ya que no estaban registrados, el porqué creían ellos que Sata debía ser elegido. Todos me decían "es un hombre de acción", cuando trataba de que me especificaran un poco ellos continuaban "es un hombre de acción". Sus detractores decían de él que sólo quería el poder y que era un tipo peligroso debido a su fama de agitador de masas y potenciador de rivalidades tribales.



HH, como le llama la gente parecía un tipo que preconizaba la renovación pero sus opositores le veían con poca experiencia en política.



Los principales asuntos a tratar no se referían a la crisis financiera global ni nada por el estilo sino a como hacer frente a la subida del precio de los alimentos, mejorar el sistema educativo o ver que hacer con los ingresos de las minas en la región de Copperbelt, cerca de Lubumbashi (RDC).


Cartel de la Comisión Electoral de Zambia para promover la participación en las elecciones presidenciales.

Concierto en Lusaka con un montón de grupos musicales locales a favor de la participación en las elecciones.


Cuando estuve en Livingstone ocurrió una cosa muy curiosa. Por la mañana me fui a ver las cataratas Victoria y al lado de la carretera, en un aparcamiento, había dos camiones enormes parados y rodeados por muchos policías que los estaban custodiando. Frente a ellos había una gran muchedumbre concentrada al otro lado de la calle que increpaba a los antidisturbios y saltaba y cantaba. Estuve preguntando que ocurría y la gente me dijo que creían que los camiones, que venían de Sudáfrica, estaban repletos de papeletas ya marcadas con las siglas del partido en el gobierno (el de Rupiah Banda) y querían quemarlos para que no pudieran llegar a Lusaka y fueran distribuidas con el consiguiente pucherazo.

Por la tarde, al volver de las cataratas y pasar por la misma calle, los autobuses ya no estaban y en cambio había piedras, neumáticos y palos desperdigados por todas partes. La gente y la policía, me contaron, se habían enzarzado en una batalla campal que había terminado con la dispersión de los manifestantes a base de gas lacrimógeno y con las dudas del gentío. Los camiones se abrieron y estaban únicamente llenos de lámparas y baterías para los colegios electorales.
A la vuelta de Zimbabue conocí los resultados: Banda, el antiguo vicepresidente del gobierno saliente había ganado las elecciones por poco margen y con la certeza de los partidores del opositor Sata de que había amañado los resultados. Banda se proclamó presidente casi inmediatamente y Sata todavía no lo ha reconocido como vencedor.
Veremos que pasa. La gente con quien hablé lo único que quería era que el país continuase estando en paz.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

DIEGO en el Congo
¡Muy interesante su artículo!
¡Felicitaciones y gracias por acercarme a esos lugares tan lejanos!.
Hace cuatro años comencé mi última aventura, "escribir una novela" y desarrollo un capítulo en la RDC. Mis protagonistas visitan a un grupo de pigmeos de la selva de Ituri.
La ruta que tendrían que tomar para llegar en helicóptero, no la tengo muy clara. Parten desde Kinshasa. ¿Puede sugerirme una?
Le deseo mucha suerte y felicidad.

Anónimo dijo...

Diego!!! De vez en cuando te leo tío, pero últimamente cada vez que cojo un periódico o veo las noticias me doy una vuelta por el blog a ver como va...
Un besote, y no dejes de cuidarte!
Por cierto, la próxima visita a Madrid prometo estar ;)
Samu.

Anónimo dijo...

Querido Diego: ¡muchas felicidades¡, para tí, sobre todo, y para los otros dos que también lo celebran ahora. Y sabes que tengo estropeado el ordenador y me lo va a formatear Charo, que de eso sabe un montón.
Besazos con todo el cariño de Marisi

Anónimo dijo...

HOLA DIEGO;
TE DESEAMOS QUE PASES UN DIA MUY FELIZ.
¿ VAS A VENIR EN NAVIDADES ?
BESOS Y ABRAZOS DE TU TIA Y SOBRINA QUE TE QUIEREN
SONSOLES Y MARTA

ramiromasjusto@gmail.com dijo...

MUCHISIMAS FELICIDADES DIEGO. QUE PASES UN BUEN DÍA. CON MUCHO CARIÑO.CUÍDESE. RAMIRO.

Anónimo dijo...

Diego me gustaría saber de ti, no veo que hayas escrito nada desde prinipios del 2009, ocurre algo?
Clara