lunes, 19 de mayo de 2008

El resurgir del ave Phoenix

Lo prometido es deuda. Aquí os muestro unas instantáneas de mi nuevo bólido. Al final estuve en el mercado con Justin, uno de los guardas de mi casa (aparece en la primera foto), y nos fuimos a comprar una bici último modelo.

Tras las reparaciones oportunas y necesarias en el taller de la esquina ya la tengo completamente reluciente y preparada. El pasado sabado me fui con Elisa a dar una vuelta por Bunia. Tampoco fueron muchos kilómetros pero sí los suficientes considerando el calor, el estado de las calles y la "robustez" de nuestras bicis, lo que, todos estos factores combinados, hicieron que el "tour" fuese más entretenido.

Bueno, el paseo estuvo genial. Parecíamos los grandes dignatarios saludando a todo el mundo: un bonjour por aquí, un merci por allá, unas risas a lo lejos. Vaya, que La gente se quedaba completamente asombrada de ver unos blancos en bicicleta (y más una chica), son saludaban, animaban y sonreían. Sólo falta que los próximos fines de semana se vaya apuntando más gente para ir haciendo pelotón.

La ONU debería obligar a todo el mundo a ir en bici. Aparte del evidente ahorro energético, la comunicación y el trato con la gente local sería mucho mas fluido y equilibrado, no siempre siguiendo la relación jerárquica "coche-que-levanta-polvo versus peaton-casi-atropellado-que-traga-polvo". En fin, la gente, estoy seguro, nos verían de otra forma.


En esta otra instantanea se aprecia el sistema para cubrir la cadena y asi evitar que entre el inevitable polvo de las carreteras. Los guardabarros, la bomba de hinchar y esos frenos antiguos le dan un aspecto magnífico.


Atención al detalle del cubre-sillín, con el mantel de la abuela y unos flecos en la parte de atrás. Es total, me encanta. En esta foto también se puede apreciar que Phoenix tiene todo los adelantos técnicos posibles: candado incorporado, una dinamo para la luz de los faros y un tranportín en el que cabe un saco enorme de carbón vegetal. No puedo pedir más, la verdad.

Bueno, os dejo que tendréis una envidia tremenda. La he bautizado como Phoenix en honor a la elegante marca de bicicletas chinas. Tenía la posibilidad de haberla llamado "Made in China" que está escrito junto a unos idiogramas chinos, pero al final me decidí por "Phoenix": mitológico, potente, da empaque.


2 comentarios:

Unknown dijo...

¡Vaya bici¡. Ligera como una pluma. Así no me extraña que te miren y que te envidien. Así cualquiera.
Bueno Diego, ya estás metido de lleno en el País. Dentro de poco te imagino organizando una competición.
Muchos besos, Marisi

Anónimo dijo...

en mi caso yo tambien conservo una de 1959 , en este caso , lo mas llamativo es su particular freno por accionamiento de varillas y en los 13 años que la tengo circulando, pocas veces me ha fallado. repuestos , muy pocos pero con algo de persistencia y esfuerzo se van consiguiendo