miércoles, 15 de agosto de 2007

Bombo-Lumene

Este fin de semana nos hemos ido de excursión a un parque natural que está a unas dos horas y media de Kinshasa. Evidentemente, no se puede hacer la regla de tres europea y suponer que el lugar esta a unos 200 o 250 kilómetros. Las carreteras están plagadas de agujeros y baches que hay que ir sorteando y por tanto la media de velocidad se ralentiza un poquito.


Fijaos en la siguiente imagen donde aparece un camión repleto de sacos de carbón vegetal (makala, lo llaman, que por cierto, está deforestando todo) y atestado de gente. La persona que va andando al lado lleva en la mano un taco de madera para colocarlo detrás de la rueda en caso de que el camión sufra alguna avería en la cuesta arriba, cosa, por otra parte, muy probable, viendo la cantidad de vehículos que vimos tirados en la carretera con sus ocupantes esperando amargamente debajo del chasis para resguardarse del sol mientras otros compañeros van a por las piezas necesarias, misión que puede durar varios días (de hecho, vimos camiones en la misma posición a la ida y a la vuelta)






Me fui con una amiga de la MONUC que es de Lugo y su novio tanzano y con otras dos parejas belgas que trabajan para la cooperación de su país. Al final decidimos viajar con los coches de su organización porque los de la MONUC, que son blancos y con el distintivo UN en el lateral, son demasiado llamativos.


Por la noche hicimos una parrillada suculenta y nos terminamos yendo a dormir después de conversar a la luz de la hoguera. Ha estado muy bien, se necesita salir de Kinshasa y olvidar el bullicio y los mosquitos (extrañamente no había ni uno aquí).

Nos hospedamos en estas casitas los que no teníamos tienda de campaña. Las habitaciones son muy amplias y limpias, pero muy sencillas a la vez, de hecho no hay luz (podrían, pero el generador hace mucho ruido y consume demasiado) ni agua corriente (te dan un bidón y un cubo con agua del río para ducharte).Y nos estuvimos bañando en el río. Hicimos una excursión a pie a lo largo de la orilla río arriba y después nos lanzamos, tipo Aquapark, dejando que la fuerte corriente nos llevara hasta donde habíamos dejado la ropa. Una gozada (repetimos varias veces)

1 comentario:

ramiromasjusto@gmail.com dijo...

Querido Diego: Me alegra mucho saber de tí por medio de este blog. La verdad es que está magnífico. Espero que puedas seguir con él pues a mí personalmente me encanta. También me gusta saber lo bien que te has adaptado allí, eso estaba claro, y conocer tus impresiones y vivencias. Disfruta, experimenta, aprende, crea puentes con nuestros hermanos los africanos, pues una vez que se va allí, se le mete a uno en el alma. Mucha suerte. Ramiro.