martes, 28 de agosto de 2007

La locura de conseguir piso en Kinshasa

Visto que me voy a quedar hasta la última semana de octubre o primera de noviembre en Kinshasa, decidí buscar un piso más estable para el par de meses que restan hasta que me vaya al este, a Bunia. La búsqueda apremiaba un poco ya que Philipp y yo estamos viviendo en un apartamento que pertenece a dos trabajadores de la MONUC que están de vacaciones y volverán a primeros de mes de septiembre, con lo que antes del próximo fin de semana teníamos que salir de allí y tener algo.



El sábado pasado nos fuimos con Conira, una chica de Sierra Leona que ha vivido toda su vida en Londres, a buscar apartamentos que se ofertasen para alquilar. Ella tiene ya experiencia de a que casas llamar o donde ir a preguntar para saber si hay apartamentos libres ya que ha estado buscando un apartamento para ella sola durante quince días. Por fin lo ha encontrado: amueblado, con piscina, zona tranquila, pero pagando una salvajada. Estuvimos viendo seis o siete y no os podéis imaginar lo cutre y carísimo que es todo. Si pensaba que en Madrid lo había visto todo, nada de nada. Gente que quiere cobrar por el simple hecho de enseñar el piso; guardas de seguridad que te dan el teléfono del dueño del piso pero en realidad es un intermediario que cobra comisión, que a su vez le da parte al guarda; apartamentos que no tienen asegurado el suministro de luz y agua; en fin, relación calidad-precio nula.



Nos fuimos con las manos vacías, un poco desmoralizados y muy cabreados con todas las personas que se están aprovechando de la gallina de lo huevos de oro, léase MONUC, y preguntándonos que le va a pasar a este país cuando todo el personal de la ONU se vaya.


Por la noche fuimos a una fiesta para celebrar el día nacional de Uruguay. Lo se, es una fecha histórica que no puede ser pasada por alto. Fuimos a una mansión (no se puede calificar de otra forma) inmensa, con jardín, casi en el centro de la ciudad. Allí, hablando con un tipo de Nueva Zelanda surgió la conversación de los pisos y me comentó que había dos islandeses que dejaban un apartamento justo el sábado que viene y que estaban en la fiesta. Rápidamente me fui a hablar con ellos, anoté su numero de teléfono y quedamos Philipp y yo con ellos para ver el piso el lunes por la mañana.


El apartamento, de dos habitaciones esta muy bien en comparación con las cosas que se ven aquí. Lo malo que tiene es el precio: 750 dólares cada uno, y eso que es un chollo para lo que se ve aquí. La dueña nos pidió dos meses por adelantado y dos meses de fianza (suele ser tres y tres) Total: 3000 dólares cada uno. Fue una hazaña conseguirlos en un día. Debido a que en este país no hay cajeros automáticos, si en un momento dado necesitas una fuerte suma de dinero, estás vendido. Tuve que pedir que me adelantasen la paga del mes, cosa que se hace muy excepcionalmente y además cambiar los euros que traía.


Bueno, pero se logró. Eso sí, a ver si me las arreglo y puedo comer durante septiembre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Iber!!!

Si pasas mucho hambre, no te preocupes que ya te mandaremos algún lomito ibérico de esos que tu sabes.

Un abrazo